La consulta presidencial del Pacto Histórico vuelve a sacudirse. En la madrugada de este miércoles, el exalcalde de Medellín Daniel Quintero Calle anunció su retiro de la consulta prevista para el próximo 26 de octubre, denunciando cambios en las reglas de juego por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Registraduría Nacional.
“Mataron la consulta del Pacto Histórico. El CNE y la Registraduría cambiaron las reglas de juego”, dijo Quintero en un video difundido en sus redes sociales.
Según el exmandatario, la decisión se tomó luego de que su equipo jurídico constatara que las autoridades electorales “convirtieron la consulta del Pacto Histórico en una consulta interpartidista”, lo que —afirma— viola el acuerdo firmado entre los precandidatos y pone en riesgo su participación en las elecciones de marzo de 2026.
“El establecimiento quiere evitar que podamos participar en un gran frente amplio el próximo nueve de marzo. Mi voluntad, la de Iván Cepeda y la de Carolina Corcho, fue la de participar en consultas partidistas que garantizaran nuestra participación sin riesgos jurídicos”, expresó.
Quintero aseguró que no se prestará a lo que calificó como una maniobra para dividir la coalición:
“Es evidente que la derecha quiere evitar que lleguemos unidos al otro año. No voy a caer en esa trampa”.
Pese a su retiro de la consulta, el exalcalde aclaró que seguirá firme en su aspiración presidencial, y que continuará trabajando por Colombia de cara a los comicios de 2026.
“Sigo firme en mi deseo de trabajar por Colombia y participar en las elecciones presidenciales del próximo año”, concluyó.
Reacciones desde el Gobierno
El anuncio de Quintero no tardó en generar reacciones. El propio presidente Gustavo Petro respaldó las denuncias del exalcalde y cuestionó duramente al CNE.
A través de su cuenta en X, el mandatario escribió:
“El Consejo Nacional Electoral no ha dado las garantías para la realización de la consulta del Pacto Histórico. La desbarata a la fuerza. Es un golpe antidemocrático”.
La salida de Quintero profundiza la crisis interna del Pacto Histórico, que sigue sin definir un mecanismo claro para escoger su candidato único, en medio de tensiones y divisiones entre sus diferentes sectores políticos.
