Las tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Colombia volvieron a escalar este 19 de octubre, luego de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara el fin de la ayuda financiera al país latinoamericano y lanzara duras acusaciones contra el mandatario Gustavo Petro, a quien calificó como “un líder del narcotráfico”.
“El presidente colombiano Gustavo Petro es un líder del narcotráfico que incentiva la producción masiva de drogas, tanto en campos grandes como pequeños por toda Colombia. Se ha convertido, con diferencia, en el mayor negocio del país, y Petro no hace nada para detenerlo, a pesar de los pagos y subsidios a gran escala de EE. UU.”, afirmó Trump en su red social Truth Social.

El mandatario estadounidense aseguró además que, a partir de hoy, cualquier tipo de pago o subsidio hacia Colombia quedará suspendido, al considerar que “la producción de drogas en ese país tiene como propósito la venta masiva de productos hacia Estados Unidos, causando muerte, destrucción y estragos”.
Ante las declaraciones, el presidente Gustavo Petro reaccionó con firmeza y calificó a Trump de ser “grosero e ignorante con Colombia”. En su respuesta, el jefe de Estado invitó al líder norteamericano a leer Cien Años de Soledad, del Nobel Gabriel García Márquez, “para aprender algo de la sociedad”.
Petro ha insistido en las últimas semanas en que durante su gobierno se ha logrado reducir la tasa de crecimiento de los cultivos de hoja de coca a casi cero, defendiendo sus políticas como un cambio estructural frente a la estrategia tradicional de lucha contra las drogas.

Por su parte, la Cancillería colombiana respaldó la posición del mandatario y calificó las afirmaciones de Trump como “un acto de la mayor gravedad”, al considerar que “van en contra de la dignidad del presidente de la República y del pueblo colombiano”.
El nuevo cruce de declaraciones marca uno de los puntos más críticos en las relaciones bilaterales recientes entre Bogotá y Washington, que ya venían tensas desde que Petro intensificó sus críticas a Trump tras el despliegue militar ordenado en el Caribe el pasado agosto.



