El mundo del deporte está de luto. Hoy, familiares, amigos y un gremio entero de futbolistas despiden con profundo dolor al talentoso jugador portugués Diogo Jota.
Una esposa destrozada le dice adiós al amor de su vida, unos padres sepultan a sus dos más grandes tesoros.
Y unos amigos intentan encontrar consuelo mientras el alma se les desgarra.
Diogo Jota partió en su mejor momento: recién casado, padre nuevamente, y con dos títulos recientes que confirmaban su gran presente profesional. Pero la vida, caprichosa y efímera, sorprendió con una tragedia que ha conmovido al mundo entero.
Hoy, no solo se va un gran jugador, también un ser humano admirable que deja un vacío imposible de llenar.