Envigado, Antioquia, amaneció conmocionado tras un hecho desgarrador que quedó grabado en la memoria de los residentes: una joven identificada como Daniela Arango se lanzó al vacío desde un edificio en aparente estado de desesperación.
Testigos aseguran que Daniela caminaba completamente desnuda por el balcón del apartamento, visiblemente alterada, en lo que parecía ser una profunda crisis emocional. Pese a que su comportamiento encendía las alarmas, nadie logró intervenir a tiempo para evitar el trágico final.
Este desgarrador suceso ha reabierto el debate sobre la salud mental en Colombia, una problemática que muchas veces se silencia hasta que el dolor se vuelve irreversible. Vecinos del sector exigen mayor atención a los síntomas que muchas personas manifiestan, pero que pasan desapercibidos.
“Uno la veía caminando, ida, perdida… pero nunca pensamos que se lanzaría”, relató uno de los testigos con voz entrecortada.
La muerte de Daniela, además de dejar una familia devastada, deja una fuerte lección: hablar salva vidas. Es urgente escuchar, acompañar y hacer sentir a las personas que no están solas, que son valiosas, que su vida importa.